.En este post quiero contarte algo que quizá nunca te han contado sobre la imagen y como ésta puede influir en tu bienestar emocional y mental.
IMAGEN
LO QUE SIEMPRE TE HAN CONTADO
VS
LA REALIDAD
Sí, ya lo siento, si hasta ahora te han querido hacer creer que la imagen no importa y que eres superficial si te preocupas de ella, te han mentido.
Nuestra imagen es la responsable de la primera impresión que causamos y la que nos define antes de comenzar a hablar. Por tanto afecta a la credibilidad que proyectamos y a la imagen pública que transmitimos.
Tanto es así que el 93% de lo que transmitimos es comunicación no verbal.
55% apariencia física
38% por el comportamiento
(lenguaje gestual y saber estar)
7% comunicación verbal
¡¡¡93% comunicación no verbal!!!
Siempre nos han contado que la imagen es superficial y que lo importante está en el interior. ¡Que no es que el interior no sea importante, faltaría más!! Lo que yo digo es que tu exterior es tan importante (o al menos mucho) como tu interior porque además, (por si no lo sabías) al cerebro se le puede “engañar”. Si tú te ves guapa, te sentirás guapa y te mirarás de una manera mucho más benévola. Esto es largo de contar pero créeme que es cierto. En otro post te lo contaré con más detalle, prometido. El resumen es, que si estás mal por dentro pero te ves bien por fuera eso hará que te sientas mejor emocionalmente. La imagen externa e interna deben ir en sintonía, si una cae la otra también.
Recuerda que la influencia de tu imagen trabaja en 360º.
No olvidemos que la moda o la imagen es algo usado desde la prehistoria para identificar a los miembros de un clan y saber quién era el jefe. A través de las prendas, colores o complementos a simple vista sabían quien era quien y que cargo ostentaba.
LA IMPORTANCIA DE LA IMAGEN
Todo esto para cualquier mujer es vital pero para ti, si eres empresaria como yo, es imprescindible, ya que tu imagen no sólo está diciendo quien eres como “persona” sino también como empresaria y por tanto como empresa. Estás digamos…repartiendo tarjetas silenciosas cada minuto del día. Tomando un café, al llevar a los niños al cole, haciendo la compra, por la calle y en especial, en cada evento de networking, reunión o sesión con tus clientes.
Tu imagen exterior puede hacer que te sientas mejor contigo misma, más guapa, más alta, más baja, más delgada, más gorda….o lo que a ti te dé la gana y te haga sentir más segura. De eso se trata, de que tu imagen te aporte aquello que necesites en cada momento.
Además quiero matizarte que cuando hablo de imagen externa no hablo de belleza, ni de talla, hablo de una imagen coherente contigo misma, con la que te sientas 100% alineada, a gusto y feliz. Es una cuestión psicológica. Cuidar tu imagen no significa llevar traje y tacones todos los días, significa quererte y cuidarte y buscar tu bienestar y felicidad, y eso, inevitablemente pasa por verte “bien” por fuera. Puede ser en vaqueros, zapatillas y una coleta …..o puede ser con taconazos, minifalda, labios rojos y americana ¡¡Ambas opciones son igual de válidas!! Sólo que a día de hoy parece que eres fiel a ti misma si vas “sin arreglar”. Recuerda que hay tantas opciones como mujeres. No hay reglas ni generalidades. Eres única y auténtica por tanto tu imagen debe serlo también.
En determinados entornos parece que si vas demasiado guapa te miran raro y al final por verte integrada en tu entorno acabas yendo como “se supone” que has de ir. No nos damos cuenta que muchas veces quien más critica la falta de personalidad en las demás, es muchas veces la más disfrazada, ya que su imagen, sin ser ella consciente, es un reflejo de su necesidad de ser aceptada por su entorno. Por no añadir los entornos “masculinizados” ya que en ellos no sólo te disfrazas para no ir muy femenina sino que al final se te va la mano y pierdes todo tu estilo y gracia.
Con esto no quiero decir que no sea positivo adaptarse al entorno, sino que lo verdaderamente importante es conocerte, saber con qué herramientas cuentas, y después utilizarlas según más y mejor te convenga.
Tu imagen externa es tuya, no lo olvides, es tan tuya como los son tu cerebro o tu corazón. Y tal y como puedes cuidar y nutrir cada parte de tu interior también puedes y debes hacerlo con tu exterior. Además tu imagen externa la controlas tú y puedes usarla a tu antojo ¿Qué quieres contarle hoy al mundo? ¡¡Pues tu imagen es tu mejor megáfono y representante!!
Me explico con un ejercicio…….….Cualquier día de estos, en el tren, metro, autobús o sentada en un banco de la calle fíjate en la gente que veas ¿Qué te transmiten? No juzgues, ni critiques, sólo “siente” ¿Qué te dice su imagen e incluso su actitud? Compara a varias de ellas y supón que se dedican a lo mismo ¿A cuál elegirías y por qué?
No es cuestión de ser fea o guapa, o alta o baja, o delgada o gorda, “la belleza está en los ojos que la miran” por tanto siempre nos gustarán personas distintas y nos gustarán diferentes tipos de personas. Para ti una chica puede tener una talla 36 y estar horrible y te parece ideal la de la talla 42 pero a otra persona le puede pasar lo opuesto. Con esto sólo quiero explicarte que la imagen no es una cuestión de belleza sino de personalidad y de gustos tanto personales como externos, es decir de “quien mira”. Por tanto lo más importante es gustarte a ti misma y buscar coherencia entre tu interior y tu exterior y habrá casos en los que te interese dar determinada imagen y puedas trabajarlo…pero de eso te hablaré en otro post.
Con mi “Método Espejo en 360º” siempre busco un reflejo 100% real y fiel a mis clientas.
TU PUNTO DE PARTIDA
Todo parte del autoconocimiento, saber cómo eres, qué te gusta y qué necesitas. ¿Te sorprende? Muchas de mis clientas y lectoras se sorprenden cuando les hago preguntas referentes a “quiénes son”, y ¿sabes qué?, casi nunca me encuentro con respuestas rápidas, me encuentro con cara de sorpresa y frases como.. ¡nunca me lo había planteado!. Pues es vital para saber qué necesitas. Imagínate que me preguntas…. Mamen, ¿Cómo puedo ir a Madrid? Y te digo ¿Desde dónde? y te quedas con cara de póker pensando ….. pues no sé. Con la imagen ocurre igual, necesitas saber de dónde partes para poder trazar tu hoja de ruta.
Antes de comenzar necesitas analizar (como poco):
- tu cuerpo y rostro (su forma y proporciones)
- tus gustos (en colores, prendas, formas, etc)
- tus necesidades (¿qué buscas transmitir? ¿Seriedad, profesionalidad, delicadeza?)
Párate a analizar estos puntos y a partir de ahí busca unir los 3 puntos. De esta manera lograrás ponerte lo que mejor te quede, lo que más te guste y lo más adecuado en cada momento.
Quiero que cuando te mires al espejo veas tu mejor versión. No se trata de maquillarte o ponerte tacones de 12 centímetros sino de que tú te sientas lo mejor que puedas sentirte y que sepas que sales de casa lista para que tu imagen vaya hablando según tu vayas caminando por la calle. ¡¡Recuerda que tu imagen es tu mejor embajadora!!
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