Hoy me paso por aquí para hablarte de un tema que, en alguna etapa de la vida, casi todas solemos sentir: Estar aburrida de nuestra imagen, o sentir que estamos estancadas. Para empezar a profundizar sobre este tema, lo primero que quiero recordarte (porque seguro que lo sabes muy bien) es que la vida es una evolución constante, en la que el cambio es la norma.
Aquella energía, irreverencia, creatividad y desenfado de tus quince años, quizás a tus treinta o cuarenta se ha transformado, dando paso a la madurez, a la calma, la tranquilidad, y la búsqueda de la elegancia. Cada caso es distinto, por supuesto. Pero sin duda, todas atravesamos a lo largo de la vida, etapas en las que nuestro cuerpo, nuestra mente, intereses, ocupaciones e incluso gustos, se van transformando.
Si te miras al espejo y te sientes estancada, crees que tu imagen es aburrida, sin gracia o se ha quedado estacionada en el tiempo, quizás sea hora de darle un vuelco a tu armario. Numerosos estudios demuestran que existe una potente relación entre la nuestra imagen y autoestima, así que bien vale la pena que, si no estamos del todo conformes con la versión nuestra que nos devuelve el espejo, nos atrevamos a hacer un cambio para lograr una imagen poderosa.
La primera acción para la construcción de tu imagen poderosa, es tomar la decisión de dar los pasos necesarios para sentirte feliz contigo misma, con la forma en que te vistes, te arreglas y cómo te perciben los demás. Si sientes que tu imagen te aburre y no refleja lo que quisieras, lo primero que debes saber es que se trata de un proceso que no se da de un día para el otro, sino que se ha ido construyendo con el paso de los días, meses e incluso años. Pero, ¿Cuáles son los principales factores que desencadenan la sensación de estar aburrida de tu imagen? Acompáñame a descubrirlos.
Aburrida con tu imagen: ¿Por qué te pasa?
Siempre usas lo mismo
Un punto clave en esa sensación de aburrirte de tu imagen o sentir que te has estancado, es aferrarte a prendas. A veces nos enamoramos profundamente de ese pantalón que estiliza nuestra figura, o de ese par de blusas que sentimos que nos favorecen. Estamos tan cómodas con un cierto grupo de prendas, que nos olvidamos del resto del armario.
Para combatir esta situación no es necesario que te vayas de compras y te gastes miles de euros en ropa nueva (aunque siempre puedes añadir prendas a tu armario de forma inteligente). Lo que sí es necesario es que te reconcilies con el cambio. Aléjate de tu zona de confort y anímate a descubrir los colores que te favorecen, los diferentes diseños que le vayan bien a tu figura y por supuesto a tus gusto y necesidades. Sacar a relucir tu imagen poderosa es un viaje que lleva mucho de exploración.
No adaptar la imagen a nuestro momento actual
En este punto caemos en lo que te mencionaba al inicio del post. ¡La vida está hecha de cambios! Quizás los shorts de nuestra adolescencia ya no vayan bien con nuestra imagen profesional. De igual forma, si hemos dejado un trabajo de oficina para emprender en un negocio de eventos infantiles, los trajes y tacones puede que no sean la ropa más apropiada.
Nuestro cuerpo cambia de la misma forma en que lo hace nuestra vida. Cada etapa tiene sus fortalezas y sus bondades, y debemos asumirlo para lograr aprovechar nuestra imagen de la mejor manera. Vestir profesional y cómoda es una posibilidad muy factible, que solo debes tener la voluntad de descubrir. Se trata de que asumamos la etapa de la vida en la que estamos, y en función de eso, aprendamos a arreglarnos de la mejor manera.
Habernos dejado tras ser madres
Sin duda, la maternidad es una etapa intensa e importante de la vida para las mujeres que son madres, pero también viene acompañada de grandes cambios. Entre los consejos para madres primerizas, siempre apunto el hecho de disfrutar de la etapa con todo lo que trae: ropa de maternidad, prendas para lactancia…
Pero una vez que tienes en brazos a tu bebé, tu tiempo pasa a pertenecerle de forma prácticamente exclusiva y esto es un error. Por supuesto que los niños requieren de toda nuestra atención, pero sin que esto implique descuidarnos y dejar nuestra imagen como mujeres de lado, para pasar solo a ser madres. Si sientes que éste puede ser el origen de que te sientas estancada o aburrida con tu imagen, es fundamental que aprendas a reencontrarte con tu esencia, y sacarle provecho a tu belleza.
Haber subido de peso
Sin duda que subir de peso es una de las cosas que más fácilmente afecta nuestra imagen y la valoración que hacemos de nosotras mismas. Si estás viviendo esta etapa, es súper importante que no te dejes abatir. Sé bien de lo que te hablo pues en mis embarazos subí mucho peso, así que entiendo lo incómodo que puede resultar que tu blusa favorita no te cierre, o ese vestido especial ya no te quede igual.
En este sentido, es importante que aclaremos dos puntos fundamentales. El primero es que más allá de la estética, tu salud y bienestar es prioridad, así que si sientes que debes mejorar, pues ¡a por ello! Lo segundo es que muchas mujeres, cuando sienten que han ganado unos kilos de más, se esconden tras la ropa. Empiezan a vestir de negro y muy holgado.
Mi recomendación en este sentido es que ¡no te escondas! La moda actual es amplia, diversa y muy bonita. Mientras vas logrando la meta de llegar al peso que deseas, ¡no tienes por qué ir vestida como no te gusta! Date la oportunidad de apreciar tu belleza, cada curva de tu cuerpo, cada detalle en el que se resalte tu femineidad. Seguro que arreglándote de forma adecuada y destacando tus fortalezas, te verás y te sentirás mejor, ¡y lo transmitirás a todo el mundo!
Si quieres más detalles sobre el tema te invito a que eches un vistazo aquí a la grabación del directo en el que te hablé mucho más extensamente de este tema.
Y recuerda que cada martes desde Mamen Abad en directo comparto contigo una idea o herramienta para hacerte más fácil el camino hacía una IMAGEN PODEROSA.
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